Hoy el mar, no duerme con la luna, hoy el mar, no siente, solo llora, se ha ido en un barco la brisa que elevaba sus brazos formando las olas.
Hoy la espuma ya no viste la playa con los besos, el mar se siente triste, porque aún no ve su cielo.
Lo peligroso de decir lo que uno siente es que casi siempre, siente uno haberlo dicho. Pero y sino lo dices, siempre te queda la duda, ¿Que habria pasado?
Con la piel calada de la nostalgia de sabor salitre que emana de tus palabras, te envío un beso.
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