El hecho es que cuando leo,
se me van todas para allá ,
y luego cuando las llamo,
sólo hablan por hablar.
nuevas palabras se quejan ,
por que aún no pueden andar.
otras aún por casar,
palabras tristes y solas ,
que callan y van al mar.
Lo peligroso de decir lo que uno siente es que casi siempre, siente uno haberlo dicho. Pero y sino lo dices, siempre te queda la duda, ¿Que habria pasado?
Ha pasado una semana desde que escribí de ti por primera vez, esta será la ultima.
Siempre he tenido que ser yo, la que diese mi brazo a torcer, por lo menos en el 95% de las veces, y ya estoy harta. Durante estas semanas, en las que yo no te he llamado o mandado algún mensaje (la verdad es que me ha costado mucho no hacerlo), me he dado cuenta, que no te importo, que he dejado de ser importante para ti, que ya no me quieres en tu vida. Tal vez nunca fui especial para ti, y no supieras decírmelo o simplemente me eches de menos y no sepas como volver.
Siento pena, que no sientas la necesidad de hablarme o de verme. Pero yo me he prometido no hacerlo. No sé las razones que te han empujado a comportarse así, según tu, el miedo a que esta relación no funcionase (como las otras que tuviste) y acabases, como siempre.... perdiendo y sufriendo, pero y yo?? No estoy sufriendo y perdiendo y no te importa.
Me resisto a darte señales de vida, has significado para mi tanto en tan poco tiempo que me enfado conmigo misma, porque pienso que no te lo mereces, que yo no me lo merezco, pero es duro, muy duro el intentar olvidar a alguien que ha significado tanto.
Nunca me has visto llorar, pero he derramado muchas, muchísimas lágrimas por ti... pero estas serán las últimas.
Me duele...pensar en ti, me duele...escuchar la música que oíamos juntos, me duele...no haber sido lo que tu esperabas.
Adios.